Thursday, May 01, 2008
Sunday, April 06, 2008
Tuesday, March 11, 2008
Thursday, March 06, 2008
Thursday, April 19, 2007

Cronica de un concierto anunciado.
He estado escuchando comentarios durante el día de hoy acerca del concierto de Aerosmith, ayer por la noche en Monterrey. La mayor parte de ellos estriba en que al concierto le faltó "algo" Mas aún, muchas personas se sintieron defraudadas. Aún y cuando yo no fuí, creo tener el conocimiento suficiente como para expresar una pequeña opinión, dado que he estado observando los acontecimientos desde un tiempo atrás.
¿Que es lo que suelo hacer yo como fan, antes de ir a un concierto? Siempre trato de buscar información acerca de los shows anteriores. Para ver que canciones han tocado, cual es la opinión de los que han asistido, quienes abren el concierto, etc. Yo también voy iré a ver a Aerosmith, en junio, aquí en Londres. El factor común de los conciertos de Aerosmith es que tocan entre 12 y 15 canciones, siendo lo normal 13, y alguna vez han llegado a las 16, como máximo. ¿A donde quiero llegar con este punto? Muy fácil. Era de esperarse que en Monterrey pasara lo mismo. ¿Que acaso por ser Monterrey se merece un setlist con el doble de tamaño? Tal vez algunos piensen, pero es que era la primera vez que venían a Monterrey. Cierto. Pero eso no es algo que influya en un grupo que tiene la misma costumbre en casi todos sus conciertos.
Punto número dos. La mayoría conicide en que falto Crazy. Volvemos al punto anterior. Crazy aún y cuando es un gran éxito, no es una canción que toquen todas las noches. ¿Sabían que en los últimos 10 conciertos solo ha sido tocada una vez? Pero, ¿Sabían que en esos mismos 10 conciertos han tocado sólo dos veces I don´t wanna miss a thing? Y una vez fue en Monterrey. Eso ya es bastante decir, a los que estuvieron ayer en el concierto les tocó un tema por demás no muy común. Aerosmith no es banda de una canción, y que lástima que haya gente que los haya etiquetado por una o dos rolas. Muchas bandas dejan de tocar de manera intencionada esas rolas, por que se cansan de que la gente los identifique solo por una canción, y quieren demostrar que tienen mucho material de calidad en su repertorio. Como ejemplo está Radiohead, cuyo tema mas famoso, Creep, es interpetado rarísima vez en vivo. De nuevo, es algo que ya nos deberíamos de haber imaginado antes del concierto.
Y para finalizar, el otro aspecto fué técnico. Bueno, eso ya es diferente. Pero volvemos a lo mismo. El problema no solo se ha dado en Monterrey. Hoy platiqué con un amigo brasileño, que curiosamente me comentó que en Brasil había pasado lo mismo con el sonido. Desafortunadamente en Monterrey la gente a veces, o muchas veces, es demasiado exigente en estos tenores. Desafortunadamente también, es demasiado novedosa. Es decir, muchos de los que van, no todos, van por que es el evento del momento, por no quedarse fuera, o en el mejor de los casos, por que conocen unas cuantas rolas del artista en cuestión. El problema se arma cuando una de esas rolas que la mayoría conoce es cambiada por una para conocedores. Mi conclusión. A los conciertos hay que ir sin hacerse prejuicios o ideas de que van a tocar y que no. Hay que ir a disfrutarlos. Si no uno sale decepcionado. Y no crean que soy conformista. Hay que saber a que atenerse. El panorama sería completamente diferente si Aerosmith tocara 2 horas y media en todos los conciertos, y solo en Monterrey hubieran tocado hora y media. Pero no es así. Esta banda dió una muy buena muestra musical, por lo que pude leer. Los señores son unos maestros y una leyenda en el rock. Yo que mas quisiera que escuchar No more, no more, que es de mis preferidas. Si la tocan, que bien, Si no, también. En junio iré a disfrutar de un buen concierto de uno de los grupos de mas peso que existe en la actualidad.
Monday, April 16, 2007
Escribía ayer sobre las razones y porqués de las fotos en blanco y negro, y mi estilo de escritura. Hay un punto sobre el cual quiero llamar la atención. Mencionaba, entre otras cosas, que no estoy neurasténico. Al hacer uso de esta palabra yo tenía la inocente idea de que se refería a algo parecido a neurótico. Craso error. Una de las firmas del día de ayer me hizo entrar en duda, así que decidí realizar una investigación. Que mejor herramienta para estos casos que el diccionario. Bien lo definió Ibarguengoitia: “El Diccionario de la Lengua Española es un libro forrado de piel, que pesa cuatro kilos, hace mucho bulto, y cuesta doscientos pesos. Es de mucha utilidad en los casos en que se encuentra uno con una palabra cuyo significado desconoce, porque abre uno el Diccionario, busca uno la palabra por orden alfabético, y allí encuentra uno su definición”
En fin, sin entrar en mas enredos, diré que busqué la palabra neurasténico, para lo cual encontré la siguiente definición: 1. adj. De la neurastenia o relativo a ella. 2. adj. y s. Que padece neurastenia. Como el lector puede notar no tuve mayor éxito y quedé en las mismas. Decidí profundizar en mi investigación. Esta vez las cosas parecían mas claras. Neurastenia se define como: f. psiquiat. Estado psicológico cuyas características son tristeza, cansancio, temor y emotividad. Al llegar a este punto, me pregunté cual sería el verdadero significado de la palabra neurótico. Muy fácil, alguien que tiene neurosis. ¿Y que es neurosis? De nuevo al diccionario. f. pat. Trastorno parcial de los aspectos funcionales de la individualidad que afecta sobre todo a las emociones y deja intacta la capacidad de razonamiento. Al llegar a este punto ya estaba yo lo bastante confundido, y aún no sabía con exactitud el significado de la palabra neurótico. Decidí dejar el asunto por la paz.
Ya a mi casa, (por que lo que expliqué antes lo hice en la oficina), con el motivo de escribir esta reseña, volví a documentarme, en la misma fuente en que lo había hecho antes. Cual sería mi sorpresa al encontrar la siguiente definición de neurosis: neurastenia.
Esto como una prueba más de que los diccionarios suelen ser bastante confusos y nada directos. Cada vez que uno los abre termina con más dudas de las que inicialmente tenía.
Para terminar, quiero incluir el significado de una palabra que usé en el texto, pero que desconozco su significado exacto. Una vez la leí, y por contexto deduje su significado. Espero no haberme equivocado.
Craso, 1. grueso, gordo, grasiento, obeso, Antónimos: flaco, delgado. 2. grande, enorme, abultado, burdo, inexcusable, inadmisible, garrafal, Antónimos: insignificante
Si señor, después de una larga ausencia he vuelto. ¿Que por qué había dejado esto tan abandonado? Pues simplemente por flojera, y por que Dragon Ball Z me tenía muy ocupado. Pero ya terminé de verlo. Además necesito hacer algo que me guste, me limpie un poco la maraña que traigo en la cabeza, y me distraiga de la rutina diaria. Volver a soltar la mano, en pocas palabras. Así que hoy dejaré una entrada que trata de mis aventuras con las definiciones de palabras.
Wednesday, October 18, 2006

Get off my floor!!!!
El camino transcurrió sin incidentes notables salvo un tramo que hice en autobús debido a ciertas reparaciones de la vía. Poco antes de las 2 estaba en Bristol. Me di cuenta de que no había tenido la precaución de imprimir un mapa, así que no tenía la mas mínima idea de donde quedaba el dichoso lugar. Decidí caminar hacía el centro, “por ahí debe quedar, y si no ahorita le pregunto a alguien” pensé. No ayudó de mucho. En primera por que seguir los letreros fue una de las aventuras de éxito mas complicado que se me pudo ocurrir. A cada 100 metros me encontraba letreros con indicaciones confusas, o contradictorias. Y además, las primeras dos personas a las que pregunté ni siquiera sabían que en Bristol hay un lugar llamado Academy donde hacen conciertos. Con la tercera tuve mas éxito, por que me dijo por donde. De todas formas no sirvió de mucho por que me perdí.
Decidí buscar la oficina de información turística. A seguir letreros de nuevo. De esta forma, llegué a una especie de explanada con diversos establecimientos. Otro letrero: Información turística, por aquí. Caminé en esa dirección. A los 200 metros, otro letrero que indicaba que la famosa oficina estaba en la dirección contraria. “Tal vez la pasé” pensé. Regreso. Nada de oficina. Vuelvo a caminar por la misma dirección, incrédulo, buscando la susodicha oficina en los lugares más inimaginables. Nada. Ya eran las 3 de la tarde, me había cansado de buscar la oficina, y empezaba a desesperarme. Resolví entrar a uno de los establecimientos cercanos a preguntar.
-¿Sabe donde queda la Academia?
-¿Cual academia?
Como se puede ver, estaba al punto de la desesperación Afortunadamente, llegó otra persona, a la que después de explicarle que academia, supo a que me refería, y me dijo donde estaba. Tomé un mapa, vi donde estaba, y caí en la cuenta de que si hubiera seguido las indicaciones de la primera persona que me orientó, habría llegado. En realidad no era tan fácil, pero eso fue lo que pensé inmediatamente.
Al salir de ahí y encaminarme a la academia, tomé una dirección (mucha atención) perpendicular a la que indicaban los letreros de oficina de turismo. No había andado más de 20 pasos cuando encontré la oficina.
Resignado, me fui a la academia. Ya había fila. Concluí que era un poco temprano y fui a dar otra vuelta. Una vez que me hube cansado de caminar y sin mas cosas interesantes que hacer, regresé a la fila. No había crecido mucho. Eran aproximadamente las 4:30. Delante de mí estaban dos pubertos (como muchos de los asistentes, la mayoría niñas de entre 13 y 17 años, por cierto) uno de los cuales parecía listo y el otro algo tonto. El listo se la pasaba contradiciendo las sandeces que el otro decía. Así las cosas, hasta que llegó un tipo. Era un indigente, de mas de dos metros de altura, y ataviado al estilo “punk” Al principio no hizo mucho, solo decir incoherencias y pedir cigarros a todo mundo. Luego empezó a pedir dinero. La cosa se tornó por demás chistosa cuando nos dijo que por qué estábamos en su casa. !Get of my floor¡ Gritaba. Esta es mi casa, !get of my land¡ Y como no teníamos la menor intención de movernos, decidió cobrarnos renta. Así fue, Varios le dimos unas monedas para que se callara. Pero los pubertos delante de mí aprovecharon para burlarse, y recordarle que los demás no habían pagado. Así pasó hasta que se quedó dormido donde estaba. De vez en cuando despertaba para gritarnos que nos fuéramos de su piso.
No voy a entrar en detalles sobre el concierto. Solo diré que estuvo excelente y situado el frente. Al salir, tenía hambre. Había reservado un sándwich pero en la entrada no me dejaron que lo metiera. Fui a buscar un lugar donde comer, me hice de una empanada y papas fritas, y regresé a sentarme cerca de la academia. Para regresar a Southampton tenía dos opciones, una era tomar un tren a las 11:45, esperar 5 horas en otra estación, y por último llegar a eso de las 7 de la mañana. La otra era esperar a las 5:40 a.m. en Bristol y tomar un tren directo. De todas formas iba a tener que esperar. Eran las 11 de la noche. Como no tenía nada mejor que hacer, pensé que lo mejor sería esperar a que los miembros de la banda salieran para conseguir algún autógrafo. Después de una larga espera, uno a uno salieron, pude tomarme fotos con ellos, y firmaron mi boleto. Poco antes de que saliera el último, ya solo quedábamos como 15 personas esperando, cuando de pronto apareció de nuevo el indigente. Ya no recordaba que estabamos en su piso, pero si me recordó.
- Yo te conozco, tu estabas en la fila hace rato, me dijo.
- Si ahí estaba, contesté.
Pero no pasó nada más. Después llego su amigo. Mientras el primero nos presumía su playera de la banda que había tocado: “Papa Roach” rezaba la camiseta.
A las 2 de la mañana, me retiré de ahí rumbo a la estación. Casi a las 3 llegué, y por poco y me perdía de nuevo. Pero no fue así. Al llegar mi sorpresa fue enorme al encontrar las puertas cerradas. Había un tipo recostado en una banca, quien resultó estar también en el concierto, y me dijo que abrían hasta las 5 a.m. A esperar, dos largas horas. Hacía frió. Ni modo. Hubieran sido las dos horas más tediosas de mi vida de no ser por un nuevo incidente. Un nuevo indigente se acercaba. Tomando cerveza y tosiendo se acercó. Nadie le hizo caso. Iba y venía. Se dedicaba a recoger colillas de cigarro que metía en una bolsa plástica. De lo que no se daba cuenta, era de que de cada 3 que recogía, dos se tiraban por que la bolsa estaba rota. Después fue a sentarse en la banca que yo estaba. Yo estaba escuchando música.
-¿Puedo sentarme?
Como no queríamos le dejamos lugar sin decir nada. Empezó a decir incoherencias. Me di cuenta de que tenía buenos gustos musicales.
-¿Qué estás escuchando, Led Zepellin o AC-DC? Preguntó.
-Pearl Jam. Contesté
-Ahhh, no los conozco.
Dicho esto, sacó una botella de dos litros con alguna bebida alcohólica y se fue a tomar a otra banca.
Al menos este no quiso cobrarnos por usar la banca.