Cuando llegué, el clima de Inglaterra hacía honor a su fama. El otoño acababa de iniciar, y el clima estaba nublado, un poco lluvioso, húmedo. Para mi el cambio fué muy drástico, venir de Monterrey, donde la temperatura en septiembre supera los 30 grados, y aun hay dias en que roza los 40, para llegar a Londres, con unos 14 grados mas o menos, fue bastante pesado. Hoy al mirar hacia atrás, en estas fechas, que el clima es semejante, es cuando realmente me doy cuenta del cambio que viví. Hoy puedo salir a la calle en manga corta sin problemas. Hace dos años salía como repollo. Uno se acostumbra, bien o mal, a estas cosas.
Aún no se exactamente como es que pude llegar hasta la casa en donde estuve viviendo. Yo pensaba que sabía hablar inglés, pero no sabía nada. Cuando me bajé del avión y compré el boleto de autobús a Southampton (ahí fue donde me dí cuenta de la primera gran diferencia entre el inglés británico y el americano, por que aquí se dice coach, no bus) no sabía ni donde me iba a bajar. A cada que el camión pasaba por una ciudad yo estaba atento a tratar de descubrir el nombre. Así pasamos por Winchester, y luego a Southampton. Al llegar a la estación, pedí un taxi. Segundo detalle de importancia. Aquí es casi impensable parar un taxi en la calle, hay que pedirlo. Así que después de preguntar, me dijeron que ahí había un teléfono y que pidiera un taxi. Fuí, descolgué, me atendieron y de una manera u otra al poco rato llegó el taxi. Abordé pensando que por dirigirme a una residencia de la Universidad, todo el mundo conocería su ubicación, y el taxista me llevaría sin problemas. Craso error. - St. Margarets house, please- Dije yo. Pero el taxista me miró sin comprender. En que calle queda, me preguntó. Huelga decir que yo no había tomado la precaución de anotar la dirección exacta. Tuvo que detenerse a checar el mapa, donde estaban las residencias de la Universidad, etc. Por fin llegamos.
Eran poco mas de las 7 de la tarde cuando llegué a la casa. Ya estaba oscuro. Yo pensaba que había una recepción, o algo así, pero nada mas que una puerta cerrada. Yo no tenía clave para entrar, pero afortunadamente pasaba por ahí una residente que amablemente me abrió la puerta. Fui con la persona que estaba de guardia, un español por cierto, y por fin estuve en mi cuarto.
Una nueva etapa comenzaba.

2 comments:
ola sin bLog okee?!
Am bueno sp ya sabes k se t xtraña ya doos añoos!
aah pro tengo kmo 1 d no verte si vdd!?
aa nimdooo
proontto muuy proontto!
meeh!
amm bueno t dejo soLAmente staba deskansoo tengo ks egiir studiiandoo!
bye
Hey Dude, aca saludando.
Espero nos sigas contando mas de tu aventura en England. Suena mas que interesante.
Greetings Colega!
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